¿Porqué lo hacen? ¿Qué testimonio están dando y siguen dando luego sobre esa itinerancia?, entre otros interrogantes de esta iniciativa.
La itinerancia, lanzándose a los caminos a pie y esperando prácticamente todo de la providencia, está en la esencia de los franciscanos, que siguen así el ejemplo de su fundador, Francisco de Asís. En estos años, el gesto se acentuó en la orden por el papa Francisco y su llamado a ser “una Iglesia en salida”.
-Dos preguntas sobre los franciscanos itinerantes, ¿porqué lo hacen? ¿Qué testimonio están dando y siguen dando luego sobre esa itinerancia?
Como primera respuesta el padre Ramiro vuelve a referir una red social, la de Facebook, en donde se puede buscar el grupo “Itinerancia a la 72”, que ha ido reflejando, con fotos y relatos, la peregrinación de los frailes, de sur a norte a lo largo del continente. Dice la presentación en la red: “Vamos en camino, confiando en un Dios que se hace providencia, necesidad, vínculo, escucha”.
Y Ramiro De la Serna expresa: “la itinerancia refiere a un núcleo carismático. Carismáticamente, el Papa Francisco alienta a una Iglesia en salida, y nos dice: vayan de dos en dos anunciando el Evangelio. Así, la itinerancia es parte de nuestra misión, el encuentro con la gente, con el necesitado, el encuentro de uno a uno…y bueno, siempre confiando en la providencia, sabiendo que alguien te dará de comer, te dará alojamiento. Los itinerantes franciscanos van dispuestos a recibir lo que les den, a dormir donde los halle la noche y de este modo experimentan al mismo tiempo sólo una parte del dolor de la gente que migra. Llegan a México viviendo lo mismo que los migrantes, llegando de pie y gracias a quien los quiere ayudar”.
* “En suma, es una Iglesia que está en el camino, una Iglesia que no es poderosa, el signo de una Iglesia que sufre con la gente, que la acompaña al lado y que vive de la misma manera que tantos hermanos nuestros en América Latina, en la Argentina y en Mar del Plata”.
-Ultima pregunta: ¿la política de Trump complica las cosas?
* “Es que el problema migratorio es funcional a todos los países porque Estados Unidos se queja de los migrantes pero su economía vive mucho de los migrantes. Así les paga sueldos inferiores al que un norteamericano puede exigir y, de este modo, es más redituable su economía agrícola, especialmente en la recolección de la fruta y la verdura. Al mismo tiempo, los países de Centroamérica y México en especial tienen un ingreso importante con las remesas que los extranjeros envían desde los Estados Unidos. Se comprende que no quieran solucionar el problema. El drama de la migración surge de la corrupción de los gobiernos y sus malas políticas, con su consecuencia de violencia e inseguridad, y por una política exterior que ha fomentado la pobreza en América Latina, y de ésto, el principal responsable es Estados Unidos”.